Para los amantes del teatro, presenciar una buena puesta en escena es un verdadero deleite sin importar el espacio físico en el que se presente; sin embargo, ya seas un consumidor asiduo del teatro o no, en Shakespeare Teatro en el Parque el lugar sí es un factor determinante para disfrutar de una experiencia única que no te puedes perder.
Teatro en el Parque es una iniciativa cultural que integra 7 obras diferentes inspiradas en la dramaturgia de William Shakespeare; que toman un giro renovado gracias a su estilo itinerante que aterriza, critica y satiriza problemas de actualidad en México.
El lugar es determinante ya que se trata de una instalación al aire libre en la explanada del Museo Tamayo, que simula un teatro isabelino. Por lo que asistir a una de las obras en este lugar se convierte en una experiencia inmersiva en medio de los árboles, el aroma a tierra húmeda, el sonido de los pájaros, las hojas moviéndose con el viento y, si tienes suerte, el sonido de la lluvia.
Este proyecto se inspiró en iniciativas similares alrededor del mundo, como Shakespeare in the Park en Nueva York o Globe Teatre en Londres. Ahora en la Ciudad de México se pretende llevar al público a vivir una experiencia única.
El teatro entró en función oficialmente el pasado jueves 5 de abril con la obra ‘Mendoza’, y espera recibir a un gran número de asistentes durante las siguientes nueve semanas que estará en función de martes a domingo. Puedes consultar la cartelera completa en su página oficial.
Los boletos están a la venta a través de Ticketmaster y en la taquilla del Museo Tamayo. Los precios para las obras van desde los $300 y para el proyecto audiovisual ‘Fónico. Sombras errantes’ en $50.
MENDOZA
Bajo la dirección de Juan Carrillo, ‘Mendoza’ es una adaptación de Macbeth de William Shakespeare situada en la época de la Revolución Mexicana, en donde El General José Mendoza se pierde en su sed de poder después del futuro predicho por una bruja. El primer paso a su objetivo pesa en él como toneladas de acero, pero después de tomar la decisión que definirá su rectitud o corrupción, lo demás fluye con la facilidad del agua, pero dejando a su paso consecuencias irremediables.

Pese a que la historia se desarrolla en el México revolucionario, gracias a los diálogos, canciones y referencias a problemas actuales que tiñen sutilmente toda la obra, la crítica, a la corrupción de un sistema y a la sed de poder a la que todo ser humano es vulnerable, resulta contundente. Expresando, en poco menos de dos horas, un sentimiento con el que todo mexicano para bien o para mal, con sus pros y contras, podría sentirse identificado.

Es una obra entretenida, simple en forma pero profunda en contenido, que se acerca al público y lo involucra, logrando así reproducir una de las principales características del teatro isabelino en pleno siglo XIX.


